Crónica del viaje a Birmingham (pronto fotos)

Fue una de les noticies del verano, el Sporting jugará en pretemporada un amistoso en Inglaterra. En principiu fue acogido con bastante recelo, ya se sabe como va el tema de la rumorología, pero en cuanto fue confirmao en la página oficial del club, empezamos a mover los primeros hilos. El partido sería contra el Birmingham City en el estadio de St. Andrews el día 8 de agosto, a las 15:00 horas.
Miramos vuelos, hoteles, comentose a la gente para ver cuántos estaben dispuestos a ir y demás. En un principiu había bastante gente dispuesta, pero como siempre al cocer mengua, tres fuimos los intrépidos. Piki en representación de la sección “Nachín Getafe”, Chus en representación de la sección “Barredos” y un servidor en representación de la sección “Frente las Tolvas”.
Quedamos en el Pub Wembley a últimos de julio para comprar ya los billetes, entraes y demás. Tras una larga búsqueda, decidese marchar desde Valladolid con la compañía aérea RyanAir, ya que era la opción más barata. Comprense les entraes en la zona en la que iben a estar ubicados los sportinguistas y ya estaba todo preparao.

Viernes 7 de Agosto, 07:00 a.m.
Esta ye la hora elegida para comenzar la aventura. Partimos en el coche de Piki dirección Valladolid y tras alguna parada de rigor llegamos al Aeropuerto de Villanubla en torno a las 10:00h. Vamos directos a facturar la bolsa de la suerte de Piki con la pancarta de la Peña y algunos enseres personales nuestros. En la cola de facturación conocemos al que sería un gran compañeru de viaje, Tamudín (al que aprovecho para saludar desde aquí). Este pequeño gran hombre que se presentó como un viajero que iba a Oxford con todo pagado para traer estudiantes de intercambio y que nos vimos obligados a poner este hermoso mote por su facilidad de palabra, nos fotografió en las pistas del aeropuerto, ¿qué hubiera sido de nosotros sin él?
Dejando esta anécdota de lao, vamos a desayunar unos pinchinos y unes garimbes esperando la hora de embarcar. El vuelo salía a las 12:00h, pero retrasose hasta las 13:00h. Con una hora de retrasu por fin tomamos aire y volamos rumbo al aeropuerto de Londres-Stansted, compartiendo asientos con la peña sportinguista “Siete Pulmones”.
Pese a que trabajo entre ellos, la verdad ye que me dan bastante mieu los aviones, y el presi sabedor de ello, no hacía más que meteme mieu. Suerte que nada más despegar, ya se puso a echar un pigarcín, el primeru de una larguísima lista.
A las 14:00 hora local llegamos a Londres tras 2 hores de viaje y tras pasar los controles policiales y recoger la maleta, vamos a alquilar un coche.
Aquí empieza la aventura de verdad, alquilamos un Peugeot 207, gracies a la gran soltura de Chus a la hora de hablar en inglés, porque si de Piki y de mi hubiera dependío más bien hubiéramos alquilao un carro de caballos.
La primera toma de contacto con el coche, fue encantadora, volante a la derecha y circular por la izquierda, pero con dos cojones púseme al volante y con Chus como copiloto pusimos rumbo a Birmingham. Aquí toma gran protagonismo el GPS de Piki, que nos salvó la vida como ya os contaré más adelante.
El viaje a Birmingham, fue tranquilu, al principiu bastante comedíos al volante, pero con más soltura cada vez, hasta que al cabu de 2 hores parecíamos ingleses de siempre. Decir que a Piki costó-y cero echase a dormir mostrando gran confianza en sus vicepresidentes. Destacar una pará pa comer en un bar de carretera, donde un cocineru con una pinta de hooligan impresionante preparonos unes hamburgueses con el mejor de sus cariños.
Tras unes 3 hores de viaje llegamos a Birmingham sobre las 19.30 horas. Visita de rigor al St. Andrew’s Stadium y luego ponémonos a buscar un hotel. El GPS llevonos a uno situau en el centro, que sería un gran aciertu ya que era un hotel cojonudu y muy bien de preciu (destacar también la cara de hooligan del recepcionista).
Tras dejar el coche en el parking y acomodanos en la habitación, hacemos turnos pa ir duchándonos y demás mientras que el resto esperaba en el bar dando-y gusto al higadillo. Fui el primeru en duchame y cuando llego al bar a avisar a Chus, que era el siguiente, veo a Piki dialogando en un aire cordial con el camarero. Algo no cuadraba, y tanto que no, el camarero era español, de Valladolid (un saludo a Juan). Juan se llamaba, y nos dijo donde cenar, donde salir y demás.
Una vez duchaos y acicalaos todos (destacar la tardanza de Piki debido a la gran cantidad de cremas y productos de belleza que debe echarse debido a su metrosexualidad) salimos a derrumbar la noche inglesa.
Tengo que recordar que se nos dijo en el avión de ida, que Birmigham era una ciudad industrial, derruía en la 2ª Guerra Mundial y en la que sólo había heavys por ser la cuna de Black Sabbath y Judas Priest. Menos mal que no había nada… la segunda ciudad de Inglaterra con más de un millón de habitantes… El ambiente era impresionante. Sólo fallaba una cosa, a excepción de Chus nadie estaba capacitau pa entrar en los chiringos: Piki camiseta del Sporting y yo pantalones cortos (shorts! como decíen los seguratas).
Estuvimos tomando pintes de cerveza en el Pub Shakespeare, que tenía una terraza impresionante y en la que tuvimos casi to’la noche. Entre pinta y pinta y pigarcios de unos 2 minutos del presidente de la peña, buscábamos a la desesperada alguien que nos consiguiera unos pantalones largos pa mi. Preguntamos a taxistas, camareros, vendedores deambulantes y cuanta gente os podáis imaginar. Nadie nos conseguía nada, y eso que ofrecíamos 100 libres (unos 120€).
Cuando sonó la campana en el Pub Shakespeare, avisu pa’los clientes de que se debe pedir la última porque va a cerrar, hicimos lo propio, pedimos la última ronda y marchamos. Cogimos un taxi que nos llevó a una zona llena de chiringos, había un ambiente de la ostia, pero claro… NO WITH SHORTS! por lo que no pudimos entrar en ninguno, pero como la sede ca vez era mayor, fuimos a cenar (por segunda vez) a un restaurante hindú. Pedimos comida de esa extraña y cerveza, mucha cerveza. Mientras comíamos y bebíamos, ofrecimos dinero al camarero a cambiu de unos pantalones largos. El camareru dijo que podía conseguilos y marchó, la esperanza crecía por momentos, pero el nuestru gozu n’un pozu…. nada, no había pantalones.
Depués de recenar pagamos y nos vamos, cogemos un taxi y decímos-y que nos lleve a algún sitiu donde nos dejen entrar, por fin lo conseguimos y entramos en un bar de mala muerte (y tan mala muerte) en el que estaríamos hasta las 4.30 de la mañana que regresamos al hotel.

Sábado 8 de agosto
El día comienza a las 9.30 de la mañana, hora a la que Chus y yo vamos a desayunar. Desayuno típicu británicu: huevos fritos, huevos revueltos, salchichas, fabes con ketchup, bacon, zumos varios y café. Mientras tanto Piki echaba el más largu de tolos pigarcios del viaje.
El partido era a las 15:00 horas por lo que a las 12 dejamos la habitación y fuimos a conocer otro poco de Birmingham. Acompañonos el camarero del hotel Juan (tocayu de Xuan de Ciañu) que nos enseñó un poco de la ciudad: la catedral, la plaza mayor, la calle principal, etc. Y a poco y a poco fuimos yendo hacia el estadio. Llegamos sobre las 13:15 o así y de frente a la tienda del club a comprar camisetes, banderines, etc. acompañaos de sportinguistas que íbamos recogiendo por el camín.
Una vez que nos hicimos con les entraes fuimos a un pub que estaba llenu de aficionaos del Birmingham City (unos con cara hooligans y otros no), que nos felicitaben por el viaje que habíamos hecho y quitando algún guaje que nos insultó, tuvimos una relación cordial con la afición rival.
Entramos al campo y sentámonos en los nuestros sitios depués de colgar la pancarta de la peña y la ya mítica “Canella Selección”. Empezamos los primeros cánticos y destacar que en Inglaterra son muy claros con les normes en los estadios a raíz de tola problemática sufrida con los Hooligans a lo largo de les últimes décades, prohibido estar de pie en las gradas, prohibido fumar y prohibido beber alcohol.
Destacar la llegada del sociu de la peña Julio Portillo (al cual aprovecho pa saludar) acompañau de un buen número de compañeros de Duro Felguera, que anden por territorio inglés trabajando.
Del partido no voy a hablar nada, ya que en lo deportivo fue de lo peorcito, pero si voy a dar les gracies a Pedrín (una vez más) y a Marcos Landeira, ya que fueron los únicos jugadores que se dignaron en ir a saludar a los casi dos centenares de aficionaos sportinguistas que allí nos dimos cita. Y es que no cuesta nada al acabar el partido facer un gestu tan sencillu como acercate, saludar y aplaudir a la gente que gasta el su dinero en ir a ver a esos mangantes y sinvergüenzas que aparte de responder en lo deportivo deberíen de tener un poco de educación y consideración con la afición, pero bueno ya se sabe quien son los que siempre responden y quien son los que tan aquí a la que salta ansiosos de dinero como buenos mercenarios.

Al acabar el partido salimos del estadio y poco a poco vamos tirando pal hotel, donde teníamos el coche. Acompañaos por Juanín el camarero, fuimos a un centro comercial en el que se nos hacía la boca agua con la cantidad de ropa deportiva que podíamos divisar. Así fue que gastamos parte de los ahorros por esos lares. Pero al salir del centro comercial, cual sería nuestra sorpresa, cuando nos vimos en medio de una manifestación del BNP (British Nacional Party) y una contramanifestación de grupos de ultraizquierda y de inmigrantes. Destacar que en la revuelta creímos ver a Guillermín corriendo encapuchau con la bandera confederada luchando en las filas del BNP, aunque él lo niega, doy fe de lo que vimos.
Después de más de una hora pudimos pasar, ya que la reyerta cortaba tola calle, y llegar al hotel. Cogimos el coche y nos dirigimos a Villa Park, el estadio del Aston Villa, del que podemos decir que es impresionante. Tras esta visita obligada ponemos rumbo al aeropuerto de Londres-Stansted sobre las 20horas.
Aquí empezaba la odisea de la vuelta, ya que la autopista que nos debía llevar pa’l sur taba cortá. Cuatro intentos fallidos de salir de Birmingham, no éramos capaces y además siempre llegábamos al mismu lugar, hacíamos un recorrido circular de unos 15km. Cuando la desesperación se apoderaba de nosotros, empezamos a probar opciones en el GPS de Xuanín el de Ciañu, y encontramos la opción de saltar un tramu de carretera, por lo que en vez de metenos por la que taba cortá metionos por una carretera como la que va a les Bories. Tras bastante tiempu circulando por ella, por fin conseguimos salir de Birmingham sobre las 22:30h. Parada a cenar en un McDonalds a las afueras de Coventry y aventura de Piki pa conseguir cagar a la intemperie. Al final y tras observanos un poco la policía, nada importante que destacar y reanudamos la marcha.
En el coche los papeles intercambiaronse, ahora Chus era el que dormía plácidamente en los asientos traseros y era Piki el que ejercía de “buen” copiloto. Y digo buen entre comilles porque cada media hora echaba un pigarcín de 5 minutos, de ahí su nuevu mote de “Piki Pigarcios” que sustituye al anterior “Piki Andares”. Entre pigarciu y pigarciu, fuimos hablando de lo impresionante de la afición inglesa, y del giru inglés que queríamos dar al Frente las Tolvas (llamado Tolvas Front) hasta el puntu de inventar canciones en inglés y gritos de guerra como: “SAN MARTÍN, SHEET!”.
Sobre las 2 de la madrugada llegamos al aeropuerto de Londres-Stansted y tras dar unos paseos por la terminal cantando San Martín, sheet! bajo la atónita mirada de les persones que nos rodeaban (gracias a Chus que nos abrio los ojos y pudimos ver que era como si unos ingleses vinieran cantando sin parar MIERDA! MIERDA! MIERDA!), volvimos al coche a dormir. A las 6 facturación, vuelta al avión y regreso al aeropuerto de Villanubla (Valladolid) al que llegamos sobre las 11 de la mañana.
Regreso a Laviana entre las discusiones habituales siempre que “Piki Pigarcios” esté presente. Y esto es todo por el momento.

RIOL