Sábado 25 de octubre, 08:00 horas, duermo plácidamente y suena el teléfono:. ¿onde tas imbecil? ¿onde cojones andes? acabo dormime, levántome a toa ostia y vístome como los rayos! Subo hasta la pará del cine y unos metros más alante, tras correr detrás del autobús, porfín monto. Al parecer no fui el únicu en dormime, Maky llegó un poco tarde tambien. Empieza la aventura, partimos hacia Santiago de Compostela.
El autobús era de lo más variopinto que uno se puede imaginar, desde amables pensionistas dispuestos a pasar un hermoso fin de semana por tierras gallegas, poniendo como colofón el partido (que después descubriríamos histórico), hasta parejas celebrando su aniversario con la Peña (felicidades a la pareja) , pasando por históricos personajes de doblete y demás fauna que poblábamos el autocar.
Del viaje de ida no mucho que destacar, los habituales Rober Canella, Cuando voy por la Galaxia y me pregunan y algún cántico sobre el Martes y 13 (pero aún no sabíamos lo que estaba por llegar sobre este tema). Parada a desayunar cerca de Tapia y más tarde a reponer fuerzas en Guitiriz (La Coruña). La gente ya empezaba a tener un nível tóxico encantador, la mayoría no parábamos de darle gusto al higadillo.
Sobre las 13:00 horas se llega a la ciudad del Apostol, vamos al hotel y nos acomodamos en las habitaciones, para una hora después movernos en taxis y urbanos hasta el centro, el punto de encuentro era la Plaza del Obradoiro.
Decidimos dispersarnos en grupos para comer y demás, juntándonos a lo largo de la tarde, otra vez, la mayoría. Poco a poco vamos avanzando por la Rúa do Franco tomando ribeiros, cacharros o lo que hiciera falta, con ataques de risa constantes gracias a cierto socio de la peña (con poco pelo él), que con sus disfraces nos ameniza la primera hora de la tarde. Nos sentamos en una terraza cuyo camarero brasileño nos desata nuestros ritmos más tropicales y empezamos a cantar un poco de samba, mientras que el citado camarero (hasta los cojones de nosotros) nos cobra los fervinchos a 6,50€.
Recibimos la llamada del Presidente, ya cargó sus pilas y viene de camino hacia el Obradoiro, decidimos ir unos cuantos a esperarle mientras Guillermín&The Doctor comienzan una estrecha relación (a día de hoy la redacción desconoce el estado de dichas negociaciones allende la Collaona) con unas mozalbetillas alleranas que acompañarían a cenar y llevarían al baile.
De camino a la plaza de la Catedral encontramos un actor, que imitando a Don Quijote de la Mancha, se gana la vida con sus actuaciones. No tardamos en reaccionar y don Pelayo, montando su robusto corcel, le planta cara. El duelo era inevitable, el hidalgo manchego lanza constantemente un envite tras otro, pero Don Pelayo va esquivándolos al mismo tiempo que el otro le ataca, para que de un certero espadazo, logra atravesarle el pecho y salir vencedor del duelo (vaya paja mental).
Llegan el Presi y Óliver y ya estamos juntos la mayoría de la Peña. Luego por la noche, las historias y anécdotas que hubo son tantas como personas habíamos, por lo que voy a pasar al día siguiente, al Día G (de Guillermín).
26 de Octubre de 2008 “DÍA G”
Cuando despertamos (algunos imposible que despertaran porque nunca llegaron a dormirse) ninguno de los allí presentes sospechábamos lo importante de ese día tanto para el Sporting como para la Peña. Nadie imaginaba una victoria aplastante contra el Depor en Riazor, igual que nadie imaginaba la repercusión mediática que pudiera llegar a tener el que ahora es el lider espiritual de la peña, el gran “Guiller abre el martes ya”.
Llegamos a La Coruña sobre las 13:00 horas y el autobús nos deja cerca del Estadio de Riazor, pero para nada cerca de la Plaza de María Pita donde se estaba realizando el encuentro entre peñas, por lo que se decide no ir y mejor quedar por algún bar de la zona. Vamos avanzando hacia la ciudad mientras hacemos cánticos y causamos furor entre las personas con las que nos cruzábamos, tanto paisanos como lugareños de aquellas tierras, ¿los motivos? dos: “Pelayo y su Gaita” y Guillermín con su capa al viento y su bandera Renegada a modo de pañoleta, bandera que tendrá unos 30 años y sólo desempolva para ocasiones muy especiales.
Nos metemos en la cervecería La Fábrica, donde ya quedamos dando gusto a los higadillos y comemos. Decir que allí coincidimos con la Peña Langreo, con los que compartimos cánticos, eso si, arengados por una gaita del Pelas que cada vez tocaba melodías más y más encantadoras. Después de casi tres horas en el local citado, salimos en masa y nos dirigimos al estadio.
Del partido no voy a hablar, para eso ya están los periódicos y la televisión. Por lo tanto continuaré con un… acaba el partido y la euforia colectiva se palpa en el ambiente, porfín un viaje de vuelta tras un buen resultado (las vueltas desde Castellón y el Bernabéu, fueron mortales) por lo que predecía un gran espectáculo en el viaje de vuelta.
Partimos de la Coruña y volvemos a parar, esta vez para cenar, en Guitiriz. Una vez cenados, con las pilas cargadas y las reservas de birra bien repletas, volvemos a subir al autobús y poner rumbo a Tierra Santa. Muy poco me costó empezar a cantar y muy poco me costó que la gente se empezara a calentar (reconozco que sólo era un animador, el motivo de la animación no era otro que el Gran Guillermín). “Cuando voy por la calle y me preguntan que si soy de la Noche o la Bulldog, yo levanto la cabeza orgulloso y les digo que del Martes a dolor”, ya se oían los primeros cánticos de este estilo, también “Abre el Martes ya! Abre el Martes ya! Abre el Martes ya!”-
Mientras repetiamos una y otra vez alternando entre canciones del Sporting y del Martes y 13, surge lo que a la postre se convertiría en un himno de la peña, el “Martes! Martes y 13! el local de Guillermín! tienes cachis por un euro, tienes cachis por un euro y pues comer hasta el vasín!”, la gente se viene abajo y es inevitable que todo el autobús empiece a repetir una y otra vez este cántico. Destacar otras versiones que fueron saliendo como “camareres alleranes, camareres alleranes pues comer hasta el vasín”, “el doctor de segurata, el doctor de segurata pues comer hasta el vasín”, “el doctor de proxeneta, el doctor de proxeneta pues comer algún chochín”, “sirve alcohol a los menores, sirve alcohol a los menores, pues comer hasta el vasín”.
Entre cántico y cántico llegamos a casa aún cantando nuestro himno. Son casi las 2 de la madrugada, el viaje pasó volando. Guillermín es elegido nuevo ídolo de la peña (tras Rober Canella) y recibe de manos del Presidente, el II Premio Piper al que más guerra dio en el viaje. Y creo que no mucho más que contar, espero que si me comí algo que lo vayais escribiendo aquí debajo, venga chavales
SALUD Y ROBER CANELLA!!