La distancia se reduce. El colchón de puntos que tenía el Sporting con la zona de peligro en Primera disminuye. Y la presión del Mallorca, el primer equipo que pone nombre a los candidatos actuales al descenso, se deja sentir en la nuca de los rojiblancos. Pero ni con esas tiembla el entrenador del conjunto rojiblanco, que quiere contagiar su fortaleza psicológica a los suyos. «A estas alturas, en la primera vuelta, estábamos casi descendidos a Segunda B y ahora tenemos varios equipos por detrás nuestro», recordaba ayer Preciado tras el entrenamiento.
Eso sí, el de El Astillero tampoco ocultaba la realidad y realizaba la segunda lectura relativa a los resultados que se habían dado en la jornada para evitar posibles relajaciones entre sus pupilos: «Estamos en una situación inmejorable con respecto a la primera vuelta, pero hay que sumar porque aquí no vale pararse y este equipo necesita cuanto menos cuatro o cinco partidos para salvarse. Estamos en una buena situación, porque ya quisieran muchos estar como nosotros y tenemos que aprovecharla».
La historia se ha vuelto a repetir, aunque con alteraciones más que sensibles con respecto a la primera vuelta, con menos goles en contra y tres puntos más. «Es normal estar apretados a estas alturas porque hay muchos equipos abajo con ganas de salir y después de esta 'camada' de partidos era previsible que las cosas se ajustaran un poco más, pero ganamos en Sevilla e hicimos tres puntos», señalaba el cántabro al respecto.
La subida ha sido menos dolorosa que en la primera vuelta y el Sporting ha coronado L'Angliru sin daños, ni secuelas sicológicas. Ahora tienen que pasarlo sus rivales directos, algo que no se le escapa al preparador montañés, quien vaticinaba que «nos viene un mes bravo, en el que si hacemos las cosas bien podemos dar pasos decisivos e incluso finiquitar, prácticamente, la Liga».
El futuro de los rojiblancos en Primera pasa, en un amplio porcentaje, por los próximos compromisos. Y la clave para que el Sporting salga ileso de estos enfrentamientos está, a ojos de Preciado, en «mantener la cabeza fría y pensar que vamos a tener encuentros muy duros». En ese sentido, el técnico rojiblanco echaba la mirada atrás en el tiempo para demostrar que lo que les pide a sus futbolistas no es un imposible, y recordaba que «si los sacamos, como sucedió en la primera vuelta, estaríamos hablando de una magnífica situación».
En ese camino, el Mallorca, un equipo que trata de librarse del traumático descenso a Segunda a toda costa, será el primer obstáculo con el que se encuentre el equipo de Preciado.
Una victoria de los rojiblancos en El Molinón frente al bloque que dirige Gregorio Manzano, todo un veterano en estas lides, pondría tierra de por medio con uno de los equipos que están inmersos en el descenso y que se ha colocado, en las últimas jornadas, a sólo tres puntos del Sporting. Además, también permitiría superar al equipo balear en el gol average. Pese a ello, Preciado evitaba catalogar el choque como una final y puntualizaba que «son partidos importantes porque somos rivales directos y si conseguimos ganarles les dejaríamos a más distancia».
Polémica en Mallorca
Precisamente, el técnico cántabro se detuvo en el polémico encuentro que disputó el Mallorca, el pasado fin de semana, frente al Racing, con victoria balear en el último suspiro, y opinó que «me pareció que le regalaron el partido, pero también dominó y realizó un buen encuentro, aunque se decidió por dos jugadas muy raras, una expulsión y un penalti».
Sobre el encuentro frente al Villarreal y la decisión de dejar a jugadores como Carmelo y Diego Castro fuera del once, Preciado aseguró con rotundidad que «no he salido a Villarreal a tirar el partido, he salido a ganarlo, aunque luego no lo hemos conseguido». El cántabro se mostró satisfecho por los resultados ofrecidos por el cambio de sistema, en el que alineó a tres medioscentros, y por la recuperación de Andreu, un futbolista, según precisó, que «nos da muchas posibilidades».