lunes, 9 de marzo de 2009

CHUPINAZO ROJIBLANCO


El Sporting dio un puñetazo sobre la mesa en el Reyno de Navarra en la lucha por la permanencia en Primera División, al superar con autoridad a un rival directo. Dos extraordinarios goles de Barral y de Diego Castro en la primera fase del encuentro pesaron en exceso para inclinar la balanza del partido a favor de los gijoneses, que pudieron haber logrado una diferencia más abultada.


En el fútbol, como en la vida, hay días en los que todo juega en contra de uno. Otras veces, como le sucedió ayer al Sporting, los astros se alinean para que todo sea propicio. Todo menos el imprevisible Medina Cantalejo, que ayer reclamó su cuota de protagonismo en un partido que no tuvo mayores incidencias. Ni las decisiones polémicas del trencilla frenaron al Sporting de ayer. El equipo de Preciado volvió a ser aquel del inicio de temporada. Un bloque sólido en defensa que sale como una centella al contragolpe.


Y en el momento más importante, el Sporting volvió a aparecer. Lo hizo en el Reyno de Navarra --lleno hasta la bandera--, donde acabó poniéndose la corona ante un Osasuna que no pasó de bufón de la Corte pese a la inestimable ayuda del villano Medina Cantalejo. Los de Preciado basaron su justa y corta victoria en Pamplona en una serie argumentos recuperados --por fin-- y muy presentes en su historia más reciente: chispa en ataque, solidaridad colectiva y un enorme espíritu de sacrificio durante los 95 minutos.

FUENTE:www.elcomerciodigital.com,www.lne.es,www.lavozdeasturias.es

edita:davor

No hay comentarios: